Primordial para exigir puntualidad, fundamental para poder controlar a los empleados, crucial para controlar las horas extras, definitivo para controloar a los que se pierden mas que el latiguillo del pan bimbo y es que un reloj para fichar las entradas y salidas es lo mas normal en cualquier empresa.
Las oficinas de la avenida del Decano, no tienen dicho reloj y si lo tiene no vale para nada y digo esto porque no es normal que algún empleado del club, en horario de trabajo aproveche para irse de cafecito y sin prisas.
El lugar, una cafeteria entre las Teresianas y el Hipercor, los protagonistas eran un actual empleado del recre, uno que no se que pinta en el recre aunque igual es o ha sido un chofer mas caro que un taxista, el director de la conversación alguien acostumbrado a hacer y deshacer a su antojo, el testigo uno que juega a ser lo que no es. En definitiva, una pelicula que bien se podria titular “Conspiración por la deslealtad”, aunque cada uno puede tomar café con quien quiera y donde quiera, pero no en horas de trabajo.
Si en las oficinas del Recre hubiese un reloj para fichar igual ese desayuno estaría formado por tres en vez de cuatro. Se escaquea, no hace ni el huevo, no justifica su trabajo y ademas es desleal incluso a los que se creen complices de este señor.
Un reloj para controlar los horarios de entrada y salida para poder exigir que cumplan con sus obligaciones y justifiquen el porque del salario que les pagan.
No es mas que un reloj para poder tener al personal normalmente controlado. En las oficinas tienen mil ejemplos de puntualidad y rendimiento, todos menos uno (masculino).
Lo peor de poner un reloj es que este señor tendría tiempo para pensar en cosas impensables para cualquier persona que tuviese tranquila su conciencia ya que al no hacer nada o bien poco, tendría tiempo para pensar lo impensable.
Si hay reloj no se puede perder y asi se evita que conspire contra todos los que se creen que son su enemigo, que no son pocos, lo peor de todo es que quien verdaderamente sale perjudicado es quien le paga, el Recre.
Un reloj para fichar y por supuesto me gustaria que nadie supiese quien hace el control del reloj de control. Si se pusiera dicho reloj, a este señor, se le quitarian las ganas de salir porque estaria controlado, en horario de trabajo.
Menos cafecitos en horarios de trabajos y fuera del turno de desayuno y mas rendimiento por el club que le paga y no pensar en conspirar junto con otros que salieron con el rabo entre las piernas del club.
PD: igual no sabe de hora y asi justifica su ausencia
PD2: igual se escaquea porque ahora tiene menos responsabilidades.
PD2: A Raul Molina le digo que se recupere pronto ya que tiene que poner algún que otro fax, que igual no saben los que se quedan.
