Llega la hora de ver a nuestro recre en el Nuevo Colombino. ¿que recre nos encontraremos?, ¿con presión?, ¿con ansiedad?, ¿con nerviosismo?, en definitiva, lo que tengo claro es que nos encontraremos con nuestro equipo, con nuestro recre, al que hay que ayudar durante los noventa minutos del partido y que no se sienta sólo en ningún momento.
Aparecerán momentos malos y es ahí donde una afición es capaz de terminar de enterrar a su equipo o de lo contrario es capaz de levantarlo y de seguir adelante. Es por ello por lo que entiendo que el papel de la afición del Decano se me antoja clave en el devenir del partido que tantos matices tiene.
Animar, arengar, ayudar en definitiva sumar y no restar es el papel que tiene en sus manos la afición del decano durante el partido y ya después del encuentro pues si se sale contento manifestarlo pero si sale cabreado manifestarlo también.
Soy de los que piensan que la indiferencia mata a cualquiera y es lo que NO querría en el estadio y es por ello por lo que espero que la afición de nuestro recre de, una vez mas, una lección de saber estar, ante una situación que aunque no es límite, sí que puede haber un antes y un después del partido frente al Albacete.
La presión la debe de tener el equipo y es el propio equipo el que debe de transmitir a la grada para que la grada anime pero entiendo que este partido frente al Albacete está lleno de detalles que podrían hacer que la palabra crisis se instalara en el vestuario del recre y es por lo que pienso que la afición juega un papel muy importante en todo esto, aunque este aburrida, cabreada, desilusionada, decepcionada, durante noventa minutos espero nos olvidemos de todo y entre todos sumemos para jugar con doce, que el contrario sienta el aliento de la graba en favor de los nuestros, que la tripleta arbitral no lo tenga fácil y lograr que nuestros jugadores no tengan miedo escénico.