Les cuento. Para poder recoger la acreditación, antes se
debe de pasar un filtro por parte de la LFP, que es quien tiene los derechos
audio visuales del fútbol profesional en España. Tras pasar el filtro de la LFP
y entregar la documentación pertinente (último recibo de autónomo, contrato de vinculación
con el titular de la licencia de la radio, estar al día en seguridad social,
estar al día con hacienda y la licencia de radio, la Liga, accede a darme las
acreditaciones solicitadas y además me manda un correo electrónico en la cual
me confirman que estoy acreditado por el estamento.
19:56, taquilla del
Nuevo Colombino, Cinta, atendiendo a la prensa acreditada, hasta ahí todo
normal.
Una hora y media
antes del partido las acreditaciones a disposición de los acreditados. Pido la
mía y me dice que no la tiene. Tras preguntar los motivos me dice que, le dicen
que me diga, “por no cumplir con la normativa vigente”, le pido, a Cinta que me
dé por escrito los motivos del porque no está hecha mi acreditación, me
responde que, “por escrito, Miguel, no te doy nada, yo te lo informo así “.
Como es lógico de entender una empleada hace lo que le dicen, por cierto de
Cinta siempre tuve un trato inmejorable y la respeto mucho.
A continuación
llamé a la policía nacional que se personaron en el lugar y tras hablar con
ellos, vinieron 4 agentes, y explicarles el tema , les demostré que el club, es
el que no me dejaba entrar como prensa. Una llamada de teléfono a la persona
indicada lo confirmó.
A parte de la
llamada de teléfono a la persona indicada, afirmando mi acreditación por parte
de la LFP, les mostré el recibo del pago del canon y el correo electrónico por
parte de la liga, que confirmaba la orden de ser acreditado para el partido de
Copa del Rey, Recre-Lugo.
Después de seguir
los consejos de la Policía Nacional decidí entrar en el campo, comprando mi
entrada de 35 € en tribuna, y eso que estaba acreditado, con el canon de radio
pagado 102,85 €, con la documentación reglada ante la Liga, pagué 35 € por una
entrada, lógicamente porque quise entrar.
Le pedí a la
Policía, que por favor me acompañaran a la puerta de acceso porque no me fiaba
de que, aun teniendo la entrada, me pusieran problemas para acceder al recinto,
a lo que me dijeron “por favor, debe de confiar en quien realiza su labor aquí,
que es el coordinador de seguridad”, miembro de la Policía Nacional.
Les comenté que mi
confianza era plena en el servicio de coordinación de la Policía, pero que intuía
que podrían estar dando órdenes a los porteros sin el conocimiento del
coordinador de seguridad. Supuestamente, así fue, ya que después del partido me
comentaron que fue, el coordinador de seguridad quien desbloqueó la situación e
hizo que me dejaran entrar.
Os recuerdo, que llevo mucho pasado y he
dicho BASTA YA, las pintadas dentro de la propiedad privada del club (c.
deportiva) de “Miguel Barroso, ladrón” ( sin ningún comunicado desvinculándose de esa gamberrada y o
denunciando dicho acto vandálico de manera pública), incumplimientos de
contratos firmados, intentos para conseguir que no invitara a ciertas personas
a mi tertulia, recibiendo represalias al no tragar con la petición, en la
tertulia de niños (810 asistieron), se negaron a mandar algún futbolista para
dicho evento, boicoteando todo lo que pudiera hacer, haciendo que los jugadores
no asistieran a mis programas, en definitiva les dije que no me fiaba de sus
formas y que no las tenía todas conmigo que, a pesar, de tener mi entrada, temía
que no me dejaran pasar con normalidad.
La Policía, se tuvo
que retirar y es el momento más fuerte, lo de antes me lo esperaba y aun
sospechando sobre lo que podría pasar no creía que me estuviera pasando lo que
pasó.
Previo a entrar, el
movimiento de porteros era impresionante, comunicándose entre ellos, que yo
estaba por la zona que si tal que si cual, la potencia de los receptores me
hacían oír.
Llegó el momento de
acceder al campo y mi sorpresa fue cuando le doy la entrada al portero (un ex árbitro, Carmelo), con
gestos llenos de vehemencia avisó a la responsable de seguridad la cual me
obligó a documentarme. Me documenté y me comunicó que yo tenía la entrada prohibida
por la ley de violencia (me imagino que sería por la ley antiviolencia), con lo
que no pude entrar en el campo. Las personas que accedían en ese momento
alucinaban con la situación.
Salí corriendo para ponerme en contacto con la policía y le
pedí al portero de abajo, por donde entra el bus que localizaran, por favor, a
miembros de la policía nacional, a lo que me comunicaron que “ya se han ido”, a
media hora más o menos del comienzo del encuentro quien se cree, que en el
campo no hay policías, mínimo en la UCO, está la unidad UPR, creo que se llama
así.
Tras llamar otra
vez a la Policía, se personó una patrulla en la misma puerta, por donde entra
el bus, y tras contarle lo sucedido, justo antes de terminar mi explicación,
recibo una llamada de un número oculto, era de la Policía, que desde la
jefatura, me comunicaron que estaba autorizado a entrar en las instalaciones
pero que por favor entendiera que entraba como aficionado y no como prensa, que
no accediera al terreno de juego ni pasara a la sala de prensa. Cumplí.
Al acabar de
hablar, por teléfono, un miembro de la seguridad del estadio, me dijo lo mismo, que con la entrada
podría entrar por cualquier puerta, después de pasar por el mal trago de que me
negaran la entrada por la “ley violencia”, de que mi nombre sonara y bien
fuerte por los walkie talkie de los miembros de seguridad (que no policías)
narrando cada paso que daba como si fuese un delincuente, todos alarmados por
mi presencia y mis movimientos.
Justo al acceder, la señorita de seguridad que me
prohibió la entrada, con mucho tacto y
educación, me pidió a título personal disculpas por lo que pasó y puedo
asegurar que en sus formas y en su rostro se veía la sinceridad en las
disculpas. Desde aquí les digo que su-s jefe-s le fallaron y los pueden meter en un lío. Ya
se sabrá
Un mal trago, el
pasado. Entré con cuatro minutos empezado el partido y con mi teléfono retransmití
el partido, avisé a la Policía y me dieron el ok a hablar por teléfono, pero lo
más importante es que tenía el permiso de quien tiene los derechos
audiovisuales de los partidos de la Liga de Fútbol Profesional, permiso que en
el club se lo saltaron a piola. Yo, estaba autorizado a salir en antena.
Verse en esa
situación no es grato para nada, ni para nadie, pero no hay mal que por bien no venga. Ganó mi
equipo, el Recre.
PD: para no perder el humor les cuento que llegue a pensar
que yo era el cenizo del Recre, pero no era así, conmigo radiando, no solo se
ganó en Murcia si no que hemos pasado de ronda en Copa. Ese fue un final feliz
para una tarde que no se lo deseo a nadie.
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